ORACION PARA NUESTROS ENEMIGOS

“PADRE ETERNO, por tu tan amado hijo Jesucristo, nuestro Salvador y Santificador, derrama tu SANTO AMOR sobre toda la oscuridad para que se convierta o para que se quede de una vez y para siempre dentro de sus límites.

PADRE ETERNO, derrama tu SANTO AMOR sobre todos aquellos que nos persiguen, que nos calumnian o nos quieren hacer daño y todo tipo de mal, para que tu SANTA OMNIPRESENCIA se los impida.

PADRE ETERNO, derrama tu SANTO AMOR sobre todos los mentirosos, hipócritas, calumniadores y chismosos para que nosotros, que andamos por los senderos de la luz y hacía la santidad, los reconozcamos en el primer momento y así poder protegernos de ellos y de sus maldades.

PADRE ETERNO, derrama tu SANTO AMOR sobre todos los delincuentes, también sobre aquellos, que son instrumentos de toda clase de violencia, sobre todos los homicidas y sobre los que son poseídos de un poder ciego y malvado, para que nunca más puedan hacernos daño a nosotros ni a la humanidad entera.

PADRE ETERNO, manda la fuerza de tu SANTO AMOR en forma de relámpagos de fuego a la tierra, cuando los malvados deambulan por el mundo, trayendo tanta desgracia a los pueblos.

PADRE ETERNO, que seas tú nuestro escudo, nuestra guía, nuestra protección, nuestra fuerza y fortaleza y nuestro único SEÑOR.

PADRE ETERNO, derrama tu SANTO AMOR sobre todos los pueblos de la tierra; llénalos con el fuego de tu SANTO ESPÍRITU para que todos vean y reconozcan el grave peligro de nuestros tiempos, que ha sido ocasionado por la astucia del enemigo, por la antigua serpiente, que es Satanás.

PADRE ETERNO, que seas tú reconocido en toda la tierra como el único y verdadero DIOS, el SEÑOR de los SEÑORES.

PADRE ETERNO, por favor ordena a la oscuridad, para que retroceda de una vez y para siempre al lugar de su maldad, sin poder hacer más daño a la humanidad.

PADRE, nuestro tan amado PADRE CELESTIAL, actúa siempre en todos los hombres de la tierra conforme a tu SANTO AMOR y conforme a tu SANTA VOLUNTAD. Amén.”

Esto es nuestra fe en Ti, ¡Sí! nuestro amor en tu SANTA CERTEZA